Reseñas| El Guardián de los Objetos Perdidos por Ruth Hogan

Ｆｉｃｈａ  ｔéｃｎｉｃａ

Título:  El Guardián de los Objetos Perdidos

Autor: Ruth Hogan

Editorial: Océano

Sello: Los Imperdibles

Género: Contemporánea 

Cantidad de Páginas: 382

Calificación:

¡Muchísimas gracias a Océano Uruguay por el ejemplar!

Ｓｉｎｏｐｓｉｓ

Una bella historia sobre objetos perdidos y segundas oportunidades. Anthony Peardew, célebre autor de relatos que se acerca al final de sus días, ha pasado la mitad de su vida coleccionando objetos extraviados,tratando de expiar una promesa rota años atrás. Con el tiempo en su contra, decide legar su casa y todos los tesoros perdidos a su asistente, Laura, la única persona en quien confía para cumplir su promesa y reunir los cientos de objetos con sus legítimos dueños. El último deseo de este guardián de objetos perdidos desencadena una serie de encuentros afortunados que dan una segunda oportunidad a todos aquellos que creían haberse extraviado.

Ｍｉ ｏｐｉｎｉóｎ

¡Hola Lectores!, ¿Cómo están? 

El Guardián de los Objetos Perdidos fue algo totalmente diferente a lo que acostumbro a leer, esta es una historia cotidiana sobre las relaciones humanas, ni más ni menos, aunque tal vez si un poco más, ya que está narrada de una manera absolutamente entrañable y cálida, que embelesa al lector y lo atrapa en sus pequeñas cosas, en los vínculos entre los personajes, en las cosas perdidas y en los pequeños momentos de inexplicable magia.

Anthony Peardew es un conocido autor que ha pasado una gran parte de su vida recolectando objetos perdidos, atesorándolos. Su objetivo era devolverlos a sus respectivos dueños, pero es mayor y el tiempo está en su contra, por lo que decide legar a Laura, su asistente, su casa y todos sus objetos, convencido de que ella será capaz de cumplir la titánica tarea.

Este último deseo de Anthony se convierte en el desencadenante de una cantidad de afortunados accidentes, nuevas relaciones y un hermoso camino de autodescubrimiento para Laura y otros personajes. 

Este libro narra dos historias en simultáneo, una en el pasado, que comienza en 1974, y otra que se desarrolla en el presente, amabas son cautivadoras en su propia singularidad, en su complicidad con el lector y en sus relaciones. Me encantó oscilar entre estas dos tramas, conocer a los dos grupos de personajes que las protagonizan fue grandioso, empatizar con ellos, conocer sus vidas y acompañarlos a lo largo de las mismas fue algo fenomenal, una experiencia que fue tangible y personal.

Como ya habrán notado, estoy nombrando mucho a los personajes y sus relaciones, lo cierto es que, lo que revitaliza, define y encanta sobre esta novela, entre otras cosas, son los vínculos entre sus personajes, todos son sumamente únicos, íntimos y humanos. Las conexiones entre Laura, Sunshine y Freddy surgen ante nuestros ojos, vemos la evolución de su amistad, como comienzan a conocer sus mañas, sus habilidades, sus temores y sus esperanzas, presenciamos el surgir de la confianza y del cariño. Leer estas amistades fue algo tremendamente removedor y enternecedor, poderoso.

El concepto de los objetos perdidos es fascinante y me atrapó desde el primer momento, cada cosa extraviada tiene una historia, algunas de las cuales tenemos el gusto de conocer, que reafirman la humanidad que caracteriza a esta novela, todas diferentes entre sí, retratan otra vez la complejidad del ser humano, romances, maternidad, infancia, adultez, soledad, extrañeza, todo lo que nos hace humanos está representado, en cierta medida, en estas historias y en las dos tramas centrales del libro.

Esta novela se siente como una ventana a la vida de muchos, a la de Laura, Sunshine y Freddy, a la de Eunice y Bomber, y a la de todos los misteriosos dueños de los objetos perdidos, es por esto que rebosa honestidad y sensibilidad.

Los objetos perdidos son eso, objetos perdidos, pero también se comportan como metáforas para todos estos personajes, muchos de ellos han perdido su rumbo y solo se dejan llevar por la vida, necesitan encontrarse para volver a ser.

El Guardián de los Objetos Perdidos trata sobre las personas y las cosas cotidianas de la vida, amistades, heridas y reencuentros. Sobre cosas que se han perdido y que buscan ser recuperadas, sobre promesas y misterios. Este libro se transforma página tras página y sorprende al lector de forma constante, haciendo que invada una calidez que conmueve profundamente.

Ｓｏｂｒｅ ｌａ  ａｕｔｏｒａ

Nació en la casa familiar de Bedford, donde sus padres viven todavía. De niña le fascinaban los ponis y leía todo lo que caía en sus manos. Por surte para ella, su madre era librera. Estudió Filología Inglesa, Y luego empezó a trabajar en un empleo en la Administración Local durante diez años. Le servía para pagar las facturas y la hipoteca. Con treinta años sufrió un accidente de tráfico que le impidió trabajar a jornada completa. Encontró entonces un trabajo por horas como recepcionista de un osteópata y dedico su tiempo libre a escribir. Poco después, le diagnosticaron cáncer. Como la quimioterapia le producía insomnio, pasaba las noches escribiendo y el resultado final fue El guardián de los objetos perdido. Vive en una caótica casa de estilo victoriano con su "sufrido" compañero y los perros que ha adoptado.